viernes, junio 24, 2011

lagrimas de cocodrilo



Es horrible depender de algo a lo que odias.



Por eso soy una infeliz, porque mi vida depende de un cuerpo al que odio con todas mis fuerzas.









Si sigo llorando me secaré.



Si sigo mirándome en el espejo, desapareceré.





Sácame de aquí. Por favor.



Sácame.



Sólo tú puedes salvarme.





Dime que soy bonita, miénteme. Por favor.





Estoy por venderlo todo y gastar el dinero de mi beca en una operación. Una liposucción, yo qué sé.



Menos caderas.



Menos pierna.



Pómulos.





Sácame de aquí, por favor.



Miénteme.



Pero no me dejes llorar por estas cosas.



No me dejes vomitar por esto.



No quiero.



No quiero llorar más por mí.





Ni envidias, ni celos.



No quiero nada de eso.





Ya no, que no.



Sálvame. Sólo tú puedes.





Quiero emborracharme y olvida rme de todo.



No comer.



Sólo beber y fumar.





Y tenerte un poco cerca.





No quiero más espejos, no quiero más alimentos. No quiero, que no. Que no.



Que no.





Que no me dejes caer, no me dejes. No me dejes. No me dejes.





Ni me odies, por favor.





Estoy desesperada, no sé qué hacer.





Me doy tanto asco que el simple hecho de verme en el espejo me da arcadas.



Que me doy pena y no quiero.



No quiero darte pena.





Sólo quiero que me saques de aquí y me mientas.





Que me pegues, que me rompas.



Sólo quiero que me muerdas.





Que me golpees, me rompas.





Que no aguanto más esta cárcel que es mi cuerpo.



Sácame de aquí.



Por favor.



Ayúdame a salir de mí.





De la ducha sólo sale agua fría, y la única canción que me gusta de Els Pets es Agost.



Eso sí, me encanta, aunque no entienda ni papa de catalán.





Hace un año por estas fechas era guapa y estaba más delgada.





No me aguanto.





It’s more than I can stand.









No quiero llorar. No quiero nada. Sólo quiero ser feliz.





La verdadera felicidad es la convicción de que no se es feliz.





Si me convenzo de que no puede ser mejor, entonces no volveré a llorar.





Si, permite que me rí a.





Es esta.



Es esta la envidia que me corroe. Este veneno que me hace recurrir al pobre de mí.





Pobre de mí. Y no quiero que vengan a abrazarme y decirme “pobre Adriana”. Porque no tengo ningún problema. Que todo es psicológico y yo no estoy llorando.





No quiero llevarme bien contigo, sólo quiero que sepas la envidia que te tengo.



Por ser agradable, por ser preciosa.



Por ser perfecta y no saberlo. Por parecerte a Eva Green.



Que te tengo envidia.





A ti, a Kate Moss y a Marta.





Te tengo envidia, porque eres todo lo que yo no soy.





Porque después de mirarte al espejo no quieres romperlo en pedazos.



Porque soy incapaz de odiarte. Porque quiero ser tú.





Cometí errores, llevé minifalda. Que soy una vulgar puta para ti y lo entiendo. Porque puede que lo sea. Qué coño, lo soy.



Porque soy horrible.



Y no tengo piernas bonitas, como tú. No tengo ese cuerpo y esa belleza peculiar a lo Eva Green que tienes tú. Yo no tengo derecho a vestir así, tú sí. Pero no lo sabes, y eso te hace aún mejor.





Porque... tenías que haberme pegado. Hubieras podido conmigo, porque ni siquiera me hubiera defendido. Hubiera querido que me humill aras más de lo que yo soy capaz de ridiculizarme. Que lo necesito, que necesito herirme. Necesito saber quién soy.





Se puede renacer sólo tras la humillación.



Se puede renacer sólo tras la humillación.



Se puede renacer sólo tras la humillación.



Se puede renacer sólo tras la humill ación.



Se puede renacer sólo tras la humillación.


http://awixumayita.blogspot.com/2007/05/lagrimas-de-cocodrilo.html

No hay comentarios.: